Los libros corporativos. PARTE 2
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Recientemente, en el contexto de la contingencia sanitaria causada por COVID-19, varios emprendedores y empresarios me han consultado sobre cómo pueden usar dinero que tienen en su empresa o empresas para fines personales. Las formas de obtener ingresos de tu empresa, parten del supuesto de que no tienes un sueldo de tu empresa, o que, si lo tienes estás considerando obtener dinero al margen de tu sueldo.
Entrando en el tema, lo primero que te debes preguntar es por qué se quiere sacar dinero de la empresa y si hacerlo es compatible con los objetivos a corto plazo. Es indispensable tomar en consideración la postura de tus socios en la empresa. Tal vez todos los socios quieren hacer lo mismo y una falta de comunicación, sumada a que todos tengan acceso a la cuenta de la empresa, puede derivar en una extracción de capital que ponga al negocio en serios problemas, y que, genere desconfianza en la relación con tus socios. Por cierto, por socios me refiero a las personas que comúnmente son conocidos como los “dueños” de la empresa, o como “accionistas”, término que, en estricto sentido solamente aplica para empresas con régimen de SA de CV y SAPI, pero ese también es otro tema que podremos ver en otra ocasión.
Al margen de lo anterior, es necesario siempre tener presente que las empresas tienen personalidad jurídica y patrimonio propios, es decir, son entidades económicas separadas de sus dueños, lo cual quiere decir que no porque seas dueño de una empresa puedes manejar sus recursos a tu antojo.
Suponiendo que:
✔ Tienes una razón perfectamente válida para retirar dinero de tu empresa e ingresarlo a tu cuenta personal.
✔ Que la empresa puede soportar ese retiro de recursos
✔ Que tus socios no tienen problema alguno con hacerlo
Podríamos entonces abundar en los detalles de este tipo de movimientos, si cualquiera de los tres puntos anteriores no te favorece, lo correcto será obtener financiamiento de otra fuente.
Existen las siguientes maneras de retirar dinero de tu empresa para ingresarlo a tu patrimonio personal:
1.- Pago de dividendos:
El pago de dividendos es una de las maneras más comunes de retirar dinero de las empresas para pasar a manos de sus dueños. Se trata de la distribución de las utilidades de cierto periodo en beneficio de los socios, generalmente en proporción a su respectiva aportación al negocio.
En este caso, se debe de haber pagado el impuesto sobre la renta por parte de la empresa al obtener los ingresos de donde deriven las utilidades repartidas. Además, al pasar de la empresa a sus dueños, se debe efectuar una retención del 10% de lo que se le distribuya a cada uno de los socios, y luego, cada socio debe pagar su correspondiente ISR personal sobre el ingreso de esas utilidades a su patrimonio personal (recuerda que la empresa y sus dueños son entidades económicas separadas, lo que implica que cada uno tiene sus obligaciones fiscales).
Un detalle que hay que tener presente es que si los recursos repartidos en pago de dividendos ya se encuentran libres de impuestos (pagados por la empresa) y provienen de la Cuenta de Utilidad Fiscal Neta (CUFIN), ese pago de dividendos puede hacerse deducible del impuesto sobre la renta corporativa, para lo cual es recomendable obviamente tener la opinión de un contador.
Si el pago de dividendos es la vía elegida, se debe celebrar entonces una asamblea ordinaria de socios de la empresa, para lo cual se redacta un documento (acta de asamblea) que debe ser llevado a una Notaría o Correduría Pública.
2.- Préstamo:
Otra manera es jugar el papel de financiero o banquero para tu empresa.
Es común que dueños de empresas vayan aportando dinero conforme pasa el tiempo, ya sea para capitalizarla (cuenta de capital) o para financiarla. Dejando de lado el aspecto fiscal y comercial, lo que sucede cuando te conviertes en banquero de tu empresa es que puedes estar recibiendo de vuelta el dinero que prestaste más los intereses que se acuerden entre los dueños de la empresa y sus directivos, que no siempre son las mismas personas, especialmente tratándose de empresas que ya han crecido más allá de cierto tamaño.
3.- Generar comisiones por ventas:
Otra manera de la que puedes obtener dinero de tu empresa es logrando ventas. Es común que, quienes son dueños de empresas, consigan clientes de su círculo de amigos, familiares y conocidos, de manera que, si lo acuerdas con tus socios puedes tener una comisión por cada venta que generes y así gana tanto la empresa como tú, sin confundir cuentas.
4.- Vender insumos o materiales a la empresa:
Si tienes otros negocios, o una manera de obtener ingresos on the side, puedes hacer negocio con tu empresa vendiéndole lo que sea que puedas aportar de otros negocios o de ti mismo, con un margen de utilidad que te corresponde como ganancia.
Incluso es posible que si ese otro negocio lo tienes con alguien cercano a ti que tributa en el RIF (Régimen de Incorporación Fiscal), puedes obtener un mayor margen de utilidad.
En estos casos, es importante cuidar que los precios de lo que le vendas correspondan a la realidad de mercado y como ya se ha dicho, con comunicación clara con socios, cuidando siempre que el aspecto fiscal esté debidamente cubierto.
5.- Rentar bienes:
Si tienes algún inmueble, un vehículo o alguna otra cosa de la que puedas disponer o que puedas administrar, tienes oportunidad de celebrar un contrato de arrendamiento con tu empresa para obtener recursos bajo concepto de rentas. Este es un esquema probado y muy utilizado para retirar u obtener dinero legalmente de una empresa.
Como se dijo al abordar el punto anterior, es importante que el precio que se fije para el pago de rentas corresponda a la realidad del mercado.
Además, si haces esto, es importante darte de alta ante el fisco como persona física con actividades empresariales con ingresos por arrendamiento.
6.- Prestar servicios profesionales:
Por último, algo que también puedes hacer es darle asesoría o consultoría a tu empresa. Para ello, debes tomar en consideración las áreas y el giro de tu empresa, tu preparación profesional o experiencia laboral y el perfil de las personas que integran el área de la empresa en la que tus servicios pueden ser valiosos. De esta manera puedes cobrar por darle consultoría a tu empresa en temas de mercadotecnia, dirección, asuntos legales, ventas, o algún otro, lo cual puede tener el valor añadido de mejorar el área de la empresa en la que enfoques tu asesoría, mejorando así el bottom line de la propia empresa que te está dando dinero. Es decir, un verdadero beneficio doble.
Si haces esto, es indispensable que cuentes con un contrato de prestación de servicios entre tu empresa y tú, y expidas la factura de honorarios correspondiente.
En otra ocasión podremos hablar sobre el caso inverso, es decir, sobre cómo meter tu dinero personal a una empresa, pues se trata de una operación muy distinta.
Esperamos que esta información te haya sido útil, y si deseas saber más sobre temas legales, agenda una consulta gratuita con nuestros abogados y resuelve tus dudas, haz clic abajo para recibir asesoría por parte de especialistas